Hoy viajamos a Guerrero Negro en Baja California Sur, México, para conocer el hogar de la hermosa ballena gris.
La localidad de Guerrero Negro se encuentra en el estado de Baja California Sur, en México, en la costa del enorme océano Pacífico y dentro del municipio de Mulegé que parte la península de Baja California en dos: sur y norte. Esta ciudad se crea en 1953 cuando el empresario norteamericano Daniel Ludwig decide establecer en dicho territorio una salina para abastecer de sal a la costa oeste de los Estados Unidos de América.
En 1973, Ludwig decide vender la compañía al gobierno mexicano y a la corporación Mitsubisi, mejorando cuantiosamente la calidad de vida de la población y su desarrollo económico. Además, la salina fue incorporada a una reserva de la biosfera con el objetivo de preservar su hermosura. Por otro lado, este lugar es un sitio “sagrado” debido a que, cada invierno, miles de ballenas grises lo visitan, al igual de decenas de especies de aves y aventureros en búsqueda de emociones fuertes.
A causa de su situación geográfica y su riqueza natural, Guerrero Negro es el municipio más desarrollado de la zona. con un nivel educativo que llega hasta la titulación universitaria y un centro de investigación. En cuanto al turismo, la zona ofrece moteles interesantes, empresas dedicadas al ecoturismo y excursiones marítimas y muchas tiendas de artesanía y antigüedades. En cuanto a la gastronomía, destacan las taquerías de la calle mayor y los mariscos, pescados en la costa cercana y cocinados de forma tradicional. Las especialidades del municipio son: callo mano de león, langosta, almeja chocolata, pulpo, camarón y pescado.
Su peculiar nombre, “Guerrero Negro” se debe a una laguna cercana y a u supuesto barco español que se hundió frente a la costa cargado de un gran tesoro. Sin embargo la realidad es que The Black Warrior fue un barco ballenero estadounidense que encalló en la entrada a laguna que ahora lleva su nombre. La laguna Guerrero Negro, junto con la laguna Ojo de Liebre y la laguna Manuela, conforman el complejo Ojo de Liebre, dentro de la bahía de Sebastián Vizcaíno que se extiende de sur a norte desde playa Malarrimo, en Baja California Sur, hasta el cerro de Santo Domingo, en Baja California.
Avistamiento de ballenas grises
Tras un duro viaje de más de 10.000 kilómetros desde el Ártico en búsqueda de aguas más calientes, miles de ballenas grises encuentran en las tranquilas aguas del Pacífico su nuevo hogar durante algunos meses. Estos mamíferos visitan las costas de Guerrero Negro para su apareamiento y reproducción en la bahía de Magdalena, así como en las lagunas de San Ignacio y Ojo de Liebre, la cual es considerada como un “santuario” para esta especie de ballena.
La ballena gris es una especie de este cetáceo de tamaño medio y que, normalmente, habita las aguas del océano Pacífico en su zona norte. Destaca que es uno de los mamíferos con una migración tan larga, ya que se desplaza desde las bahías del norte de México, donde la hembra pare a su cría en invierno, hasta el norte del mar de Bering, donde se alimenta en verano.
También se la puede ver nadando en el océano Atlántico norte y en las aguas situadas entre Japón y la península rusa de Kamchatka- Sin embargo, actualmente, esta especie se encuentra en peligro de extinción en algunas zonas por lo que se deben de tratar con mucho respeto y cariño, al igual que sus entornos y ambientes.
Estos mamíferos pueden llegar a medir 15 metros de longitud y 20 toneladas de peso, su piel es de color gris y presenta manchas blancas irregulares que forman un llamativo diseño. Además, suelen contar con pequeños percebes y otros crustáceos que, a cambio de un “paseo”, se dedican a limpiar su superficie.
El equipo de Hype TV ha tenido el placer de poder conocer, siempre con cuidado, a estos simpáticos compañeros acuáticos y ha sido una experiencia increíble que muchos no olvidaremos jamás. Además, el ambiente y paisaje de Guerreo Negro, tanto sus dunas como el océano Pacifico que baña sus costas, nos acogió sin ningún problema. Desafortunadamente, nuestra visita fue bastante breve por lo que, nos encantaría volver pronto a Guerrero Negro, el hogar de las ballenas grises en México.
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