Se llama AirCar y se trata del primer prototipo de coche volador en conseguir una prueba de vuelo efectiva y eficaz. Todo apunta a que pronto podremos surcar los cielos desde nuestro propio vehículo.
Cuando hablamos de coches voladores casi siempre nos referimos a películas de ciencia ficción. Ya ni siquiera concebimos la idea de que podamos llegar a ver un avance tecnológico tan grande, pero es posible que el primer coche volador llegue al mercado mucho antes de lo que pensemos.
AirCar, de la empresa Klein Vision, se trata del primer prototipo de coche volador en conseguir una prueba con resultados prometedores.
Prestaciones del AirCar
El coche volador de Klein Vision se trata de un híbrido entre los dos medios de transporte que, desde hace muchos años, el ser humano ha querido combinar. Con una apariencia de coche convencional, el AirCar tarda tan solo 2 minutos y 15 segundos en desplegar sus alas y preparar el motor para emprender el vuelo. Funciona con gasolina normal, sin necesidad de un suplemento extra para poder surcar los cielos.
En su primera prueba, el diseñador y creador del coche volador, Stefan Klein, el coche fue conducido de forma convencional por las carreteras de Bratislava, Eslovaquia. Al llegar al aeropuerto de Nitra, fue cuando se realizó la esperada transformación, en la que el AirCar desplegó todos sus medios para dejar sin aliento a los espectadores de algo que parecía imposible.
¿Cómo fue este primer vuelo en coche?
El recorrido que AirCar realizó sobre el aire duró poco más de media hora, en torno a los 35 minutos. La velocidad a la que se movió el coche volador fue de unos 170km/h, muy por debajo de lo que suele alcanzar un vuelo corriente, pero ligeramente por encima de lo que está permitido en carreteras convencionales. Sin embargo, esta parece ser la velocidad idónea para el vehículo de Klein Vision.
El coche no puede soportar un peso mayor de 200 kg, por lo que el vehículo está diseñado y dispuesto solo para dos pasajeros. El inconveniente presente en este prototipo de coche volador a la hora de entrar en el mercado es la necesidad de disponer de una pista de aterrizaje, ya que AirCar no pude despegar ni aterrizar de forma vertical, como podría hacerlo un dron. El inicio y final de vuelo debe realizarse como si de una avioneta se tratase, pudiendo ser esto un impedimento a la hora de ser comercializado.
Pero, ¿cuándo y por cuánto precio podremos montarnos en el AirCar?
Aunque aun resulte difícil de creer para muchas personas, no son pocas las empresas que comienzan a ver en el mercado de coches voladores un futuro prometedor y comprometido. Según las predicciones de Morgan Stanley, multinacional financiera especializada en banco de inversiones y agente de bolsa, en menos de 20 años el mercado de coches voladores alcanzará un valor muy superior al trillón de dólares.
Esto nos hace creer que, más pronto que tarde, podremos ver nuestros cielos repletos de vehículos convencionales surcando nuestros cielos. La presencia de estos nuevos aparatos supondrá la aparición de nuevas regulaciones (tanto a nivel nacional como internacional) para evitar accidentes y demás problemas que puedan surgir con la normalización de los coches voladores. ¿Estamos ante el nacimiento de nuevas creaciones, como semáforos flotantes y vías aéreas previamente delimitadas?
Klein Vision prevé que el precio de su AirCar no supere los 2 millones de euros. Pese a ser un precio que, a priori, puede parecer un poco elevado (nunca mejor dicho), lo cierto es que las prestaciones y el sueño de todos de volar con nuestro coche como si de una película de magia o ciencia ficción se tratase, no tiene precio.
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