Llego la hora de dejar Melbourne y empezar nuestro recorrido hacia el Oeste de Australia.

Qué es la Great Ocean Road

Con unos de 244 kilómetros de carretera, la Great Ocean Road se considera el monumento de guerra más grande del mundo. En el australiano estado de Victoria, el tributo a los muertos se plasma en asfalto.

Tras la Primera Guerra Mundial, en la que Australia fue el país que más soldados perdió en porcentaje a los que envió, muchas de las tropas que volvieron a casa no contaban con trabajo con el que subsistir. Por iniciativa popular, entre 1919 y 1932, la Great Ocean Road fue construida, participando en los trabajos unos tres mil veteranos australianos de la Primera Guerra Mundial, de forma que por un lado les diera trabajo y por otro sirviera de homenaje a todos aquellos que fallecieron en combate.

La ruta de la Great Ocean Road se extiende entre Torquay y Allansford, recorriendo una de las partes más bellas del sureste de Australia. Serpentea entre densos bosques, pequeños pueblos costeros, dramáticos e irregulares acantilados de rocas caliza y arenisca, y unas salvajes playas bañadas por bravas aguas.

La Great Ocean Road no posee una longitud excesiva, pudiendo realizarse en un día, pero siendo aconsejable emplear dos o tres.

Surf y Playas

Muchas de esas playas son óptimas para la práctica del arte de cabalgar las olas, sobre todo en el tramo comprendido entre la población de Torquay y el cabo Otway, conocido con el nombre de Surf Coast.

En la Great Ocean Road se pueden encontrar spots surfistas de primer nivel mundial en Bells Beach, Black Nose Point, Apollo Bay y Easter Reef, entre otros.

Los Doce Apóstoles

Sin lugar a dudas otro de los atractivos irresistibles de la Great Ocean Road son las formaciones calizas que se encuentran en el tramo de carretera perteneciente al Parque Nacional de Port Campbell. La más famosa de todas es la agrupación de grandes pináculos de piedra caliza conocida con el nombre de ‘Los Doce Apóstoles’, que aunque parecen emerger del mar, han sido, en realidad, separadas de la tierra por su empuje. El proceso es sencillo. El mar golpea la base de los acantilados, erosionando la roca y formando cuevas que, tras años de desgaste, acaban uniéndose para formar arcos. El siguiente paso es el colapso del arco, dejando un gran pináculo de piedra caliza erguido en el océano.

El mejor momento para visitar los Apóstoles – en realidad, hace tiempo que dejaron de ser doce – es al atardecer, cuando el sol, antes de darse por vencido y hundirse en el horizonte, se desangra en tonos naranjas, rojos y violáceos.

Koalas

Decenas de koalas viven en estado salvaje en el bosque de eucaliptos Kennet River Koala Walk, siendo muy fáciles de ver en un recorrido por la Great Ocean Road. Los koalas duermen unas 21 horas al día, con lo que es muy probable que te los encuentres durmiendo.