Una nueva generación de productos de terapia que usan luz LED y tecnología láser de grado médico
Cuando nos hacemos una lesión o sentimos alguna molestia, recurrimos a fisioterapeutas y masajistas para aliviar nuestro dolor. En muchas ocasiones, uno de los aparatos más comunes es la luz roja. Ahora, con Kineon Move+, podrás disfrutar de ella desde casa.
El Move+ es un dispositivo de terapia de luz roja de nueva generación, que utiliza luces LED y tecnología láser de grado médico para tratar el dolor articular. Así, ofrece un alivio en la zona que lo utilice al aumentar el flujo sanguíneo y la producción de energía (ATP) en las células del área objetivo. Esto genera una reducción del dolor y la inflamación, y desencadena el proceso de curación para ayudar a los tejidos dañados a repararse a sí mismos.
Especificaciones técnicas del Kineon Move+
Este dispositivo utiliza LED de emisión de bajo ángulo y láseres infrarrojos (IR) para penetrar en el tejido articular, reducir el dolor y la inflamación y mejorar la recuperación a largo plazo para afecciones crónicas y agudas.
Cada uno de los tres módulos que componen este aparato tiene 8 LED de color rojo intenso (650 nm) y 10 diodos láser infrarrojos (808 nm). Lo que significa que obtiene los beneficios de ambas longitudes de onda: los LED servirían para ayudar a estimular la producción de colágeno, mejorar la circulación y tratar la inflamación a nivel de superficie, y los diodos láser para una curación más profunda del tejido.
Una diferencia del Move+ frente al resto de dispositivos es el uso de LED y diodos láser, ya que con solo el uso de LED, proporcionan una terapia a nivel de superficie sin penetrar el tejido lo suficientemente profundo para obtener beneficios óptimos. Así, este dispositivo puede penetrar eficazmente en las articulaciones y los tejidos internos, mientras que otros aparatos no.
En la actualidad, el diseño de la correa de Move+ está pensado para la rodilla, pero los módulos pueden utilizarse en cualquier área del cuerpo. Kineon espera sacar más opciones de correas para los módulos disponibles y permitir así una mayor flexibilidad con la colocación de juntas.
Terapia de luz roja
La terapia de luz roja es una opción de tratamiento común y no invasivo ofrecida como servicio en centros de bienestar, spas y clínicas de dermatología, así como en casa a través de distintos dispositivos.
La terapia de luz roja data del siglo XX. En 1903, el médico danés Niels Ryberg Finsen fuera galardonado con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina por su trabajo innovador en fototerapia. Niels descubrió que ciertas longitudes de onda de luz podrían ser realmente buenas para nuestros cuerpos. Utilizó en este caso la luz ultravioleta para tratar una afección de la piel causada por la bacteria de la tuberculosis.
Para la década de 1960, el investigador húngaro Endre Mester descubrió por casualidad la terapia con láser de bajo nivel, también conocida como LLLT, mientras estudiaba las posibles aplicaciones de la tecnología láser. Estos láseres podrían promover la cicatrización de heridas y el crecimiento del cabello en animales de laboratorio.
A raíz de este avance, se produjeron más estudios y en la década de los 80, la NASA empezó a explorar el potencial de la terapia de luz roja basada en LED para mantener la salud de los astronautas durante las misiones espaciales de larga duración. De ahí, llegamos al presente con gran cantidad de aplicaciones y avances.
¿Cómo funciona la terapia de luz roja?
La terapia de luz roja aprovecha el poder de longitudes de onda específicas de luz para promover la función, reparación y regeneración celular. Se basa en el uso de luz roja e infrarroja cercana (NIR) para estimular la actividad celular, conllevando una amplia gama de beneficios para la salud y el bienestar.
A diferencia de la terapia de luz infrarroja, cuyo espectro infrarrojo cercano penetra en la piel y alcanza las células, tejidos e incluso estructuras más profundas como músculos y huesos a aproximadamente 780-1100 nm, la terapia de luz roja visible lo hace a 630-700 nm. La energía de la luz de ambas llega a una célula, estimula una serie de reacciones bioquímicas como la producción de trifosfato de adenosina (ATP), la molécula que nos da energía, y mejora así nuestra salud, la apariencia y acelera la recuperación de las lesiones.
La luz roja es versátil y adaptable, ya que puede dirigirse a áreas específicas del cuerpo o aplicarse como tratamiento de cuerpo completo, según nuestras necesidades y objetivos específicos como pueden ser:
- El cuidado de la piel y el crecimiento del cabello: estimula la producción de colágeno, lo que ayuda a mejorar la elasticidad de la piel, reducir la aparición de líneas finas y arrugas, e igualar el tono de la piel.
- Rehabilitación de lesiones deportivas: promueve la reparación celular y reduce la inflamación, además acelera el proceso de curación de distensiones, esguinces y daño muscular.
- Dolor e inflamación: alivia el dolor agudo y crónico y ayuda a reducir la inflamación. Funciona al aumentar el flujo sanguíneo y reducir los marcadores inflamatorios. Ideal para afecciones como la artritis, la fibromialgia y otras fuentes de dolor crónico.
- Cicatrización de heridas: al estimular la producción de colágeno, aumentar el flujo sanguíneo y reducir la inflamación, la terapia de luz roja puede acelerar el proceso de curación de heridas.
- Salud de las articulaciones: al reducir la inflamación, aumentar el flujo sanguíneo y promover la producción de colágeno, esta terapia puede ayudar a aliviar el dolor articular, mejorar la movilidad articular y ralentizar la progresión de afecciones articulares degenerativas como la osteoartritis.
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