La empresa de Jeff Bezos continúa su carrera de inversiones en el ámbito de la sostenibilidad medioambiental y la protección del medio ambiente con Zoox, pero no faltan las estrategias orientadas al desarrollo de tecnologías relacionadas con el automóvil. No es casualidad que, tras la fundación del proyecto del Climate Pledge, cada vez son más numerosos los proyectos destinados a los vehículos eléctricos, y no sólo eso.
El coloso del e-commerce el pasado mes de junio oficializó la compra de la empresa americana Zoox. No se trata de la primera inversión que la empresa de Jeff Bezos realiza en el mundo de la conducción autónoma, de hecho en 2019 invirtió 530 millones de dólares en Aurora. Tras la adquisición por parte de Amazon de la startup dedicada a la creación de vehículos autónomos, llega el primer movimiento que podría ayudar al gran coloso del comercio electrónico a diversificar sus intereses en el mundo de las tecnologías relativas al automóvil.
Un vehículo totalmente autónomo, totalmente eléctrico, construido para los viajeros y no para los conductores. La seguridad es la base de todo lo que hacemos. Construir un vehículo de cero nos dio la oportunidad de repensar la seguridad de los pasajeros, pasando de medidas reactivas a medidas proactivas.
Jesse Levinson, cofundador de Zoox.
Seis años después del desarrollo de los primeros conceptos, la sociedad americana Zoox ha desvelado su robo-taxi ideado para el transporte de las personas. El diseño y construcción del vehículo ha llevado a la implementación del nivel de conducción autónomo 5, lo que lo hace que el vehículo no tenga volante ni pedales. El vehículo está equipado con dos motores eléctricos, uno por eje, alimentados por un conjunto de baterías de 133 kWh, capaces de garantizar 16 horas de autonomía, que permiten al vehículo alcanzar una velocidad máxima de 120 km/h.
Dentro del taxi, cuatro asientos dispuestos en dos sofás diferentes colocados uno frente al otro. No falta la tecnología puesta a disposición de los pasajeros, de hecho, cada uno de ellos tendrá a su disposición una estación de carga inalámbrica dedicada al smartphone y una pantalla desde la cual se podrá controlar el trayecto, la temperatura o activar personalizaciones. Además del sistema interior de iluminación led, no pasan desapercibidos las vidrieras que contribuyen a una mayor luminosidad de los ambientes interiores.
Sin embargo, lo que caracteriza el vehículo es la nueva tecnología que le permite dar marcha atrás sin tener que darse la vuelta, y junto con las dimensiones muy compactas y sus ruedas, le permitirá inevitablemente continuar también en las calles de las grandes metrópolis. Dado que se trata de un robo-taxi de conducción totalmente autónomo, no faltan las tecnologías de hardware necesarias y fundamentales para garantizar un nivel de seguridad adecuado. La implementación de varios sensores de radar y cámaras proporciona un campo de visión de 270 grados, lo que permite ver objetos hasta una distancia de 150 metros.
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